No es mi estilo levantar o ensalzar a hombre alguno, los he visto grandes y también pequeños, algunos muy buenos, de otros me siento muy decepcionado, en fin, todos somos seres humanos y a menudo fallamos.
Pero del hombre que hoy quiero comentarles no me cuesta gran trabajo escribir. No es muy bien parecido (aunque para mi es de los más hermosos), no tiene una gran estatura, aunque muchas veces me parece un gigante, su educación no proviene de ninguna escuela, pero, vaya que si es educado. Este hombre de piel bronceada, rasgos normales, sin gran pedigrí, tiene una característica muy notable y es que hombres como el ya no salen, que hombre tan especial y amoroso.
Lo conocí hace poco mas de 35 años en la puerta de un hospital, su cabello que hoy es casi blanco, por aquellos días era negro como la noche y el azabache, lo primero que aprendí a conocer de el fue su Voz, tenia una potencia en sus cuerdas vocales que hasta el día de hoy me sigue impresionando. Al principio, se mostró cariñoso al saludarme, (bueno, es que yo era un recién llegado), pero conforme fueron pasando los días se tornó mas amable, me llevaba a todas partes, hasta comía yo en su casa, finalmente llegó a amarme
A medida que yo crecía, el me fue llenando de oportunidades, y a pesar que yo era un niño me daba la atención que merecía y por mero amor y admiración, no por imposición, como acontece hoy en día, quise hacer de el mi ejemplo, mi modelo a seguir en la vida. De sus acciones me fui enamorando, sus decisiones siempre sabias, cada día me impresionaban. Un día, cuando yo tenia 12 años, me invitó para su trabajo y esa invitación le dio el rumbo definitivo a mi vida. Aunque yo no tenía experiencia, el, de a poco me fue enseñando, Hoy en día con el sigo trabajando, aprendí un oficio complejo, y cuando por alguna circunstancia me toca trabajar solo, la gente que a el lo conoce, al verme laborando, de inmediato descubren que ese hombre fue mi maestro.
Hoy, al verlo con un andar mas despacio, pienso que este hombre para nada ha mermado, tiene la sabiduría que solo la experiencia vivida nos brinda, es mejor amigo y compañero, un verdadero paño de lagrimas, (y pensar que he podido estar cerca de el y el cerca de mi en los momentos mas trascendentales de esta vida). Yo quisiera que el viviera quinientos años para no perder jamás a este amigo. Déjenme decirles con orgullo el nombre de este gigante: